El alcalde de Inca apuesta decididamente por la circularidad.
La ciudad de Inca quiere estar a la cabeza de un nuevo modelo de sociedad. El equipo que lidera el alcalde, Virgilio Moreno, tiene clara la necesidad de extender nuevas formas de actuación a todas las áreas, con la sostenibilidad como premisa fundamental.
—La movilidad sostenible es una de las claves del futuro, ¿cuáles son sus principales retos en una ciudad como Inca?
—La concepción del espacio público es un elemento que está cambiando. La sostenibilidad no sólo es un reto para una administración local sino que es una obligación. El peatón tiene que ser el protagonista del espacio público. Pero en el caso de las calles, hay que promocionar los sistemas de transporte más sostenibles. Cruzar Inca, a pie, no son más de 15 minutos y nuestra orografía es muy propicia para el uso de la bicicleta.
—¿Cuáles serán las iniciativas más relevantes que se quieren poner en marcha para el equilibrio del medio ambiente?
—Estamos enfocados a la sostenibilidad transversal en todas las áreas de gestión. Un ejemplo muy claro es el nuevo contrato de limpieza urbana. Los vehículos con dedicación exclusiva al contrato serán 100% eléctricos. Y no sólo eso, la electricidad será de energías limpias. De ahí la obsesión con la gestión de los residuos o el consumo energético público.
—¿Se están obteniendo ya resultados visibles en ámbitos como el PAESC?
—La verdad es que en este tipo de políticas los resultados son a largo plazo, aunque ya vamos viendo algunos progresos. De hecho hacemos un importante esfuerzo en la gestión del arbolado y las zonas verdes públicas. Hemos hecho un plan de arbolado que nos ayudará a mejorar con especies óptimas para el área urbana, porque son grandes controladores de la temperatura y mejoran la calidad del aire.
—¿La economía circular es un reto para una ciudad que se está transformando después de un pasado muy industrial?
—La implementación de la economía circular en una ciudad que ha tenido un pasado industrial presenta desafíos. Sin embargo, también veo esta transformación como una oportunidad para adoptar prácticas más sostenibles y avanzar hacia una economía más circular. Una parte muy importante es la concienciación para promover la economía circular y fomentar la participación ciudadana en la gestión de los residuos y la sostenibilidad. Otro ejemplo son las inversiones a través del Consorci Borsa d’Allotjaments Turístics, con el que se hará una actuación en la zona del Teatre Principal d’Inca y el barrio de los Molinos para mejorar la sostenibilidad de la zona. El objetivo es esponjar las zonas y mejorar la falta de espacios públicos. A través de fondos IDAE estamos en marcha para sustituir toda la iluminación pública por tecnología de bajo consumo y alimentadas por energía sostenible. En este sentido, se ha apostado por la colocación de placas solares en los edificios públicos para el autoabastecimiento energético. Además, creamos una zona fotovoltaica al lado de los pozos de son Fiol para paliar el gasto eléctrico y colaborar en un ciclo del agua más sostenible.
—¿Hay una buena predisposición por parte de los agentes sociales ante los cambios que habrá que adoptar a medio plazo?
—Sin duda. La conciencia ciudadana va cambiando. Se ve la necesidad de enfocarse en la sostenibilidad y el medio ambiente. De hecho, muchos agentes sociales han apostado fuertemente por medidas de choque y sostenidas para generar el cambio necesario. Cabe destacar el proceso de participación de los ciudadanos en el nuevo modelo de gestión de residuos. La progresiva concienciación y la implicación arrojan unos resultados muy buenos en cuanto a la recogida selectiva adaptada a la realidad de cada barrio.
—¿Qué puede aportar una ciudad como Inca ante los retos que tiene por delante la sociedad?
—Inca puede aportar una visión particular. Partimos de unos valores que nos son intrínsecos como sociedad y ponemos en valor un territorio. A partir de aquí, desde el ayuntamiento nos ponemos al frente para promocionar medidas de alto valor para la sostenibilidad y, además, para sensibilizar a la ciudadanía de la importancia de que, entre todos, mejoremos el ambiente en que vivimos, tanto para nosotros como para las generaciones futuras. Hay una apuesta decidida por la movilidad sostenible; cumplimos los estándares de una ciudad media europea en cuanto a movilidad sostenible. La ‘ciudad 15 minutos’ se cumple en nuestro caso y, además, somos un territorio concienciado para cumplir con ello.
Inca aprovecha la eMEW para destacar como potencia en la organización de eventos
La cita eMallorca Experience Week se consolida en Inca. La ciudad ha acogido todas las ediciones y sigue siendo el centro neurálgico de unas actividades que no dejan de crecer, tanto en número como en importancia social. Las ideas que difunden y potencian estos días de intercambios de conceptos y colaboración están muy presentes en la administración de la ciudad. Los responsables políticos y los agentes sociales ven un enorme potencial para el futuro de Inca para ser, cada vez más, un ejemplo en la nueva sociedad que ineludiblemente está por venir.
Virgilio Moreno, alcalde de Inca, asegura que para todo el consistorio «es un placer participar activamente en la organización de eMallorca Experience Week y ser la sede consolidada de este evento». La razón es sencilla: «la iniciativa coincide en sus objetivos con los de Inca, ya que ambos apostamos por la sostenibilidad, el medio ambiente y la economía circular».
La organización de un evento de estas características supone para la ciudad la capacidad de «ser un escaparate para estos temas, pero también nos da la oportunidad de mostrar nuestra ciudad a los visitantes. Nos sitúa, gracias a la fuerza del evento, como un enclave de referencia para la potencial celebración de toda clase de ferias y congresos», asegura.