EIVISSA. AGRICULTURA ECOLOGIA. Producto local y ecológico en Ecofeixes. La primera cooperativa agrícola ecológica de Eivissa cumplirá el próximo mes de mayo sus primeros 10 años de vida con la vista puesta en nuevos proyectos | D.E.

La economía regenerativa es un enfoque económico que se centra en la restauración y regeneración de los recursos naturales y humanos, en lugar de simplemente maximizar la producción y el consumo a corto plazo. Se basa en el principio de que la economía y la ecología no son mutuamente excluyentes, y que es posible crear un sistema económico sostenible y próspero al mismo tiempo que se cuida el medio ambiente y se fomenta la equidad social. Este concepto emerge de la idea de transformar nuestra economía y reparar el daño que se ha hecho a nuestros sistemas naturales, o incluso mejorarlo. No obstante, la economía regenerativa es economía, es decir, además del impacto positivo en lo social y medioambiental, también genera valor añadido y beneficio económico.

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Para rehabilitar la economía podemos caminar hacia actividades regenerativas, como la agricultura.

La economía regenerativa se diferencia de la economía tradicional en varios aspectos importantes. En lugar de centrarse en la maximización de los beneficios a corto plazo, la economía regenerativa busca crear valor a largo plazo para todas las partes interesadas, incluyendo las comunidades locales, los trabajadores, los consumidores y el medio ambiente. Además, fomenta la colaboración y el trabajo en red en lugar de la competencia, ya que se reconoce que la solución a los desafíos económicos y ambientales no puede ser lograda por una sola entidad.

Otro aspecto importante de este modelo económico es el enfoque en la regeneración de la salud humana y del bienestar social. Esto se logra a través del fomento de la justicia social y la equidad económica, así como de la promoción de un estilo de vida más saludable y sostenible.

La economía regenerativa busca crear valor a largo plazo para todas las partes interesadas

Hay muchas maneras de regenerar nuestra economía, pero una de las más importantes es modificar el enfoque de las actividades extractivas, (como la minería, la tala y la perforación), hacia otras actividades. Una de ellas es la agricultura regenerativa: en lugar de utilizar técnicas intensivas que pueden degradar el suelo y agotar los recursos naturales, este sistema se enfoca en construir la salud del suelo y fomentar la biodiversidad para crear sistemas agrícolas más sostenibles y resilientes.

Otra de las prácticas es el uso de las energías renovables en lugar de combustibles fósiles para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y promover un sistema energético más sostenible. Por otro lado, se apuesta por la economía circular en la que los residuos se convierten en recursos para nuevos productos y procesos, reduciendo la necesidad de materias primas y minimizando el impacto ambiental.

Además del impacto medioambiental y social, el modelo genera valor añadido y beneficio económico

La economía regenerativa también se enfoca en la creación de sistemas económicos descentralizados y también más equitativos. Esto se puede conseguir a través de prácticas empresariales como la creación de empresas sociales, la propiedad cooperativa y la economía solidaria.

Las empresas sociales son empresas que tienen una misión social o ambiental, y que reinvierten sus ganancias en la realización de esa misión en lugar de distribuirlas entre los accionistas. Por su parte, la propiedad cooperativa es un modelo empresarial en el que los trabajadores y las trabajadoras tienen una propiedad compartida de la empresa y participan en la toma de decisiones de la misma.

Repensar la economía a través del dónut

El capitalismo concentra toda su esencia en un gráfico: una línea hacia adelante y hacia arriba que representa el incremento del Producto Interior Bruto. A estas alturas existe un amplio consenso en que la actividad económica debe respetar el medio ambiente y tener en cuenta las necesidades de las generaciones futuras.

Existe un amplio consenso en que la actividad económica debe respetar el medio ambiente.

La economista británica Kate Raworth buscaba una imagen que resumiera la complejidad del mundo actual y que reflejara lo que entiende que es el objetivo del siglo XXI: satisfacer las necesidades de todas las personas dentro de los límites planetarios. Y la visión que tuvo fue la de un dónut. En su libro Economía rosquilla. Siete maneras de pensar la economía del siglo XXI explica su planteamiento, cuya visión se resume en que el progreso y la prosperidad ya no se garantizan con el crecimiento del PIB, sino mediante el equilibrio que supone tener una base social sin privaciones humanas y respetar un techo ecológico por encima del cual se entraría en la degradación del planeta. El dibujo queda representado por dos círculos concéntricos que forman un dónut, en medio de los cuales se debe encontrar la prosperidad.

Raworth define el dónut, como «una brújula radicalmente nueva para guiar a la humanidad en este siglo». El dónut se forma a partir de dos círculos, que suponen las fronteras interior y exterior. El límite interior es fundamento social, es decir, el nivel mínimo que requiere la humanidad, por debajo del cual habrá deficiencias en el bienestar. Está formado por doce magnitudes: agua, alimento, salud, educación, renta y trabajo, paz y justicia, participación política, equidad social, igualdad de género, vivienda, redes y energía. ¿Podría Balears aplicar el dónut? Diferentes economistas de referencia en las Islas se muestran a favor de la economía circular pero son escépticos respecto a esta propuesta. Antoni Riera, catedrático de Economía Aplicada de la UIB deja claro que los principios de circularidad no implican decrecimiento económico. Josep Ignasi Aguiló, Doctor en Economía considera que aplicar el dónut reduciría el nivel de vida. En cambio, el consultor internacional Daniel Wahl está totalmente a favor del modelo y es partidario de hacer la radiografía del dónut para cada isla.

Fundación Impulsa apuesta, en la ITB, por el turismo regenerativo

El director técnico de la Fundación Impulsa de Balears, Antoni Riera, presentó en el estand balear de la feria berlinesa, con la presencia de las primeras autoridades de las Islas y de la secretaria de Estado de Turismo, Rosana Morillo, el estudio que analiza la apuesta estratégica de un destino vacacional hacia un turismo regenerativo.

El director técnico de la Fundación Impulsa, Antoni Riera, en el estand balear de la ITB.

Riera resaltó en su intervención aspectos vitales para el futuro de la industria turística y para los destinos que viven por y para el turismo. Así, desgranó las principales ideas del turismo regenerativo y la apuesta por la circularidad. En su argumentación explicó: «Transitar por la economía circular es una vía de progreso, principalmente porque es recuperadora y regenerativa de todos los aspectos que inciden, de un modo u otro, en la evolución de la económica y del tejido productivo y social de una región turística, como es el caso de Balears». Enfatizó en que hay toda una serie de aspectos globales afectados, de un modo u otro, por esta apuesta regenerativa y circular: «La visión es global y afecta a todos los sectores, indicadores económicos y sociales, ya que su interrelación es absoluta para ser más competitivos y poder garantizar, con ello, el social». Apuntó que el avance hacia un turismo regenerativo es como una hoja de ruta a seguir «porque marca el camino en una coyuntura confusa, compleja, marcada de incertidumbres y en el que, ante todo, hay que tener en cuenta cuáles son nuestros valores positivos, defectos y estrategia global para seguir adelante». Sus explicaciones fueron seguidas atentamente por el medio centenar de invitados al acto de presentación del estudio, del que hizo especial hincapié su autor, afirmando que es posible cumplirlo por ser estratégico; por eso, las administraciones y todo el tejido productivo y social debería apostar por él.

Dentro de esta estrategia,Riera anunció que Palma será en breve la sede para presentar las estrategias de la economía circular en Mallorca, Menorca, Ibiza y Formentera. Afirmó que las 60 empresas, junto al Govern, que conforman el patronato de la Fundación Impulsa «están más que concienciadas por esta estrategia al considerarla esencial y vital para las Islas».