III edición del Eco Rallye Mallorca. | P. Pellicer
Más de 300 kilómetros, medio centenar de vehículos y consolidada ya como una prueba dentro del calendario nacional. La III edición del Eco Rallye Mallorca puso anoche el mejor epílogo posible, cumpliendo con todos los objetivos que se habían trazado en cuanto a sostenibilidad y buen ambiente. En esta prueba se mide el consumo y la regularidad en conducción por carretera bajo una media de alrededor de 50 kilómetros por hora.
Al filo del mediodía tuvo lugar la salida oficial de la segunda y última etapa de la prueba, que también incluyó algunos tramos por el corazón de la Serra. Una vez concluida la etapa, de unos 100 kilómetros ayer, los comisarios deportivos formularon las clasificaciones con el repostaje de gasolina y de la parte eléctrica de los coches híbridos y los vehículos eléctricos.
Al cierre de esta edición, la clasificación estaba encabezada en la categoría BEV por Juan Lladó-Marcelino Caballero, seguido por Pere Soria-Pep Ruiz y Antonio y José Luis Lupiáñez. En la categoría HEV mandaba Llorenç Ramis-Miquel Quetglas, mientras que en la categoría PHEV el líder provisional era Antonio Jesús Muñoz-Álvaro Vicens, por delante de Eva Llinars-Lluc Feliu y Esteva Monjo-Javier Gual.

La ceremonia de entrega de trofeos se celebró anoche con el broche de oro en el cuartel General Luque de Inca con una fiesta de la movilidad inteligente tras la disputa de un rallye sostenible abierto a todos los conductores, desde los que pugnan por el Campeonato de España hasta los amateurs que han disfrutado de una experiencia inolvidable que jamás olvidarán.